«Cuando Juanito se pone a descubrirnos poco a poco sus fantasmas, ¿qué vemos en nuestra perspectiva (…) ? En cuanto la sombra del caballo se cierne sobre Juanito, él va entrando poco a poco en un decorado que se ordena, se organiza, se edifica a su alrededor, pero más que desarrollarlo él, este decorado lo captura. Lo chocante es el aspecto articulado con el que este delirio inicia su desarrollo.
Digo el delirio – es casi como un lapsus, pues se trata de algo que no tiene nada que ver con una psicosis, pero el término no es inadecuado.»
J. Lacan, El Seminario de Jacques Lacan: libro 4, La Relación de Objeto, Buenos Aires, Paidós, 2008, p. 290-291.