“Cada cual […] tiene derecho a estar loco, a condición de que se quede su locura para él solo. Ahí empezaría la locura, si pretendiera imponer su locura privada al conjunto de los sujetos.”
J. Lacan, El Seminario de Jacques Lacan: libro 4, La Relación de Objeto, Buenos Aires, Paidós, 2008, p. 129.