«Locura, no eres ya objeto del elogio ambiguo en que el sabio dispuso la guarida
inexpugnable de su temor. Si, después de todo, no está tan mal alojada allí, es porque el
agente supremo que cava desde siempre sus galerías y su dédalo es a la razón misma, es al
mismo Logos a quien sirve.»
Lacan J.,»La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud», Escritos I,
Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 1984, pp. 506-7